jueves, 26 de marzo de 2009

A ORILLAS DEL RIO PIEDRA...

Siguendo la anterior publicación....

Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. Pero quien presta atención a su día, descubre el instante mágico. Puede estar escondido en la hora en que metemos la llave en la puerta por la mañana, en el instante de silencio después del almuerzo, en las mil y una cosas que nos parecen iguales. Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo general es una conquista. El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones..., pero todo es pasajero y no deja marcas. Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, ni sufra como los que persiguen un sueño. Pero al mirar hacia atrás oirá que el corazón le dice: "¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenías miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida".
Paulo Coelho

Cuando lei..A orillas del río piedra me senté y lloré..sentí q habian muchas mas personas q compartian mucho..

2 comentarios:

c0hi0te dijo...

Leyendo esto recordé algo que me pasó hace unos días. Me acuesto en mi cama, con la ventana abierta por el calor, sa ventana da al oeste y estoy en un segundo piso, hace ya unos meses pusieron ilimunación en la plaza vecina, unos enormes reflectores montados en unas torres que superan los 2 pisos de los monoblock donde vivo, por ello, la luz de los mismos entra por mi ventana, ya me he acostumbrado a eso. Pero esa noche sentía una luz diferente, algo hacía que la habitación estubiera más iluminada, pero de una luz más cálida, no tan molesta, sin entender que pasaba miré hacia arriba y a través de la ventana vi la luna llena sobre mí. La verdad que esa imagen me calmó mucho, casi quedñe incandilado por la luz que reflejaba pero la sentía de una manera especial, tranquilizadora. Unos momentos después me dormí.
Creo que ese pequeño momento hubiese sido olvidado en unos días si no hubiese leído esto. La verdad son muy lindas palabras y cada vez me doy cuenta de que la vida es mejor mientras más se vive.
Gracias por esta publicación !!!!

Gis.. dijo...

Veo q te gustan mucho estas notas.. te recomiendo entonces q leas Paulo Coelho.. te va a gustar muchoo.. suerte..